Quienes se animen a conocer Cádiz y a disfrutar de todos sus encantos han de ir bien pertrechados, dado que esta provincia costera ofrece un sinfín de posibilidades, tanto para los amantes del mar como para quienes disfrutan de cualquier deporte al aire libre. No en vano, cuenta con unos 260 kilómetros de litoral y con más de 138 kilómetros de calas, ensenadas y playas de arenas doradas, muchas de las cuales son ideales para la práctica del windsurf o incluso de la pesca submarina.
En la Costa de la Luz, sobresale especialmente la belleza de los acantilados de los Caños de Meca, en Barbate; de las calas de Conil; de las dunas de la playa de Bolonia; de los corrales de pesca de Rota; o del Estrecho de Gibraltar. Pero, además, quienes se acerquen a Cádiz, podrán visitar también calas tan recónditas que solamente es posible acceder a ellas a nado o a pie, e incluso arenales con historia o de película. Es el caso de la playa de Trafalgar, frente a la que se libró la batalla que lleva su nombre; o de La Caleta, en la que se grabaron escenas de 007 Muere otro día.
Desplazarse en autocaravana propiciará viajar con todo el equipamiento necesario para disfrutar de las múltiples posibilidades que ofrece el Atlántico, e incluso para adentrarse también en el interior de la provincia y, comenzando por la zona más próxima al litoral, conocer los encantos de lugares tan extraordinarios como los parques naturales de El Estrecho (situado entre el Atlántico y el Mediterráneo), de Los Alcornocales (en cuyo interior se encuentra la Reserva Nacional de Caza de Cortes de la Frontera) o de la Sierra de Grazalema.
En el Parque del Estrecho, existe una gran variedad de aves, entre las que destacan la cigüeña blanca, el halcón abejero, el milano negro y el buitre leonado, a las que hay que sumar también las águilas imperiales y perdiceras, los halcones peregrinos o los alimoches, por lo que este lugar es especialmente apreciado por los amantes de la ornitología, que disfrutan especialmente de este entorno, habilitado con distintos observatorios, en las épocas de paso de las aves migratorias.
Para visitar este parque, acercarse a Gibraltar o conocer lugares tan espectaculares como el paraje natural playa de Los Lances o el monumento natural Duna de Bolonia, quienes viajen en autocaravana podrán pernoctar en distintos puntos de Tarifa. Eso sí, antes de iniciar la ruta, es conveniente contactar con el Ayuntamiento, a fin de conocer las características de las distintas áreas de estacionamiento. El teléfono de contacto es el 956 684 186 y la extensión correspondiente al área de Turismo, la 255.
Otra opción desde la que visitar Gibraltar y conocer tanto el Estrecho como la Bahía de Algeciras es hacer noche en La Línea de la Concepción. El número de teléfono del Ayuntamiento de La Línea, en el que pedir la información oportuna, es el 956 696 200.
Desde allí, el visitante puede dirigirse al norte para adentrarse en el parque natural de Los Alcornocales, donde podrá avistar todo tipo de aves rapaces, como las águilas calzadas, culebreras y ratoneras, azores, gavilanes y cárabos, alimoches, buitres leonados, búhos reales y halcones peregrinos; y todo tipo de especies, como la cabra montesa, los gamos, las jinetas o los meloncillos, con la mayor población de la península en dicha área.
En este parque se puede practicar desde montañismo hasta espeleología o descenso de cañones, en La Garganta de Buitreras, pero también otros deportes de contacto con la naturaleza más sosegados, como el senderismo o el paseo a caballo, puesto que existen rutas específicas.
Y, si se continúa el viaje hacia el norte, se puede visitar también el parque natural de Sierra de Grazalema, donde se puede disfrutar del jardín botánico El Castillejo, situado junto al centro de visitantes El Bosque; recorrer las rutas señalizadas a pie o a caballo; practicar ala delta y parapente en el Cerro de Albarracín; o hacer piragüismo en el embalse de Zahara-Gastor.
En la Sierra de Grazalema, entre Cádiz y Málaga, se puede visitar también la Cueva de la Pileta, en Benaoján, un auténtico museo natural en el que se pueden observar vestigios prehistóricos; o conocer los hermosísimos pueblos blancos de la sierra.