Para los nostálgicos del rock que se hacía en España cuando el siglo XX estaba a punto de iniciar su última década, Monfragüe constituye, sin lugar a dudas, una visita obligada, en la que intentar avistar buitres negros. No en vano, esta especie carroñera a la que aludía Extremoduro en uno de sus temas más populares, Extremaydura, tiene en este espacio su mayor colonia reproductora conocida. Pero esa no es la única especie de interés ornitológico que se puede admirar desde cualquiera de los observatorios de aves que jalonan esta ruta, especialmente agreste y de singular belleza.
Situado entre Navalmoral de la Mata, Plasencia y Trujillo, el Parque Nacional de Monfragüe, catalogado como Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco en 2003, es un hábitat idóneo también para otras aves rapaces, como el águila imperial ibérica y el buitre leonado, y para otras muchas especies, entre las que sobresale la cigüeña negra, el martín pescador o las garzas reales e imperiales; por ello los amantes de la ornitología seguramente querrán extender al máximo de su visita y, para hacerlo, la mejor alternativa es viajar en autocaravana, por ejemplo, una Dreamer como la que se ve en la imagen, o en cámper.
Una buena opción para detener nuestro vehículo y comenzar a caminar sería, por ejemplo, el Mirador del Salto del Gitano o Peña Falcón, situado junto al cauce del Tajo, en una zona de acantilados, cortados y roquedos que sirve como refugio a numerosas especies de interés ornitológico, principalmente, buitres leonados; o el Mirador del Castillo de Monfragüe, en donde se conservan los restos de una fortaleza de origen mozárabe. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la acampada libre está prohibida y que existe un área de autocaravanas en el camping de Monfragüe, con el que se puede contactar llamando al siguiente número de teléfono: 927 459 220.
Una vez elegido el lugar de estacionamiento, el viajero puede optar por cualquiera de las rutas de senderismo que recorren el parque. La más larga se inicia en Villarreal de San Carlos avanza hacia el Salto del Gitano, sigue hacia el mirador del Castillo de Monfragüe y concluye en Fuente la Parra; mientras que la más corta es la de subida a Cerro Gimio, una ruta lineal que destaca por su belleza y que es apta para prácticamente cualquier caminante. Eso sí, existen muchas otras alternativas, aunque, para recorrer algunas de ellas, es preciso contar con una autorización previa.
Siguiéndolas, además, es posible avistar otras especies en su hábitat, como el ciervo; y, con mucha suerte, algún lince ibérico, pues que se está trabajando intensamente que vuelva a este parque natural, un bosque mediterráneo, rodeado de dehesas, atravesado por los ríos Tajo y Tiétar.
Concluido el trayecto, se puede regresar a la autocaravana para reponer fuerzas y retomar la actividad tras la sobremesa; dedicar la tarde a otras aficiones también enriquecedoras, como leer o escuchar música desde nuestro sofá con vistas; ponernos de nuevo al volante, con la clara tentación de parar nuestra autocaravana en cada nuevo paraje que nos topemos, debido a que nos ofrecerá una panorámica espectacular; acudir al centro de recepción e información de Villarreal de San Carlos, para que nos aporten nuevas ideas; disfrutar de los centros de interpretación del Agua y del Parque, también en Villareal; conocer el Centro de Arte Rupestre de Monfragüe, situado en Torrejón El Rubio; o, simplemente, esperar la llegada de un atardecer memorable antes de iniciar el trayecto hacia el camping o hacia un nuevo destino. Nuestras preferencias serán, en cualquier caso, las que marquen el límite de un recorrido que a nadie deja indiferente y que, incluso, puede incluir una visita al Observatorio Astronómico de Monfragüe, una alternativa idónea para toda la familia.