Si bien tiene su origen en la década de los ochenta del pasado siglo, cuando en 2006 Iván Méndez e Iván Pérez decidieron organizar un festival de hardcore en la ciudad lucense de Viveiro, pocos auguraban que una cita protagonizada por un estilo musical hasta entonces minoritario llegaría a registrar las cifras que, en su decimocuarta edición, el Resurrection Fest maneja. No en vano, ya en 2016 batió su propio récord con más de 80.500 asistentes y tanto en 2018 como en 2019 logró meses antes de la cita el SOLD OUT de sus abonos para los tres días.
Esto, evidentemente, tiene una enorme repercusión tanto sobre Viveiro (que, con un censo cercano a los 21.000 habitantes, ha de hacer un enorme esfuerzo para dar servicio a los miles de visitantes, que hacen que, ese fin de semana, la localidad quintuplique su población) como en su entorno próximo, donde ya no hay plazas hoteleras disponibles y donde también resulta difícil optar por el alquiler vacacional, dado que los alojamientos habituales se reservan en cuanto se conocen las fechas del festival.
Es por ello que año tras año la organización ha ido incrementando progresivamente el espacio destinado a la acampada, que se traduce en dos zonas de descanso libre en el Parque Pernas Peón (próximo al arenal de Covas) y en el mirador de San Roque; y en distintas zonas de pago. Es el caso Resucamp (ubicado en Celeiro, a pocos metros de la entrada al recinto del festival, y que lleva meses agotado); y del Beachcamp y el Glamping, ambos en las inmediaciones de la playa de Area, por lo que quienes se decanten por cualquiera de estas opciones disfrutarán no solamente de los servicios habilitados para los "resus", sino también de unas vistas espectaculares desde las que iniciar con fuerza el día.
Pero, evidentemente, en un festival en el que se cuida al máximo la organización para propiciar que los asistentes puedan disfrutarlo al máximo, no podía faltar un espacio reservado para autocaravanas. De hecho, muchos de los más veteranos, con decenas de festivales a sus espaldas, reniegan ya de la tienda de campaña (por confortable que parezca y aunque esté ya montada, como en el caso del Glamping) y se decantan por acudir en autocaravana, en cámper o en furgonetas convenientemente habilitadas para el festival. No en vano, saben que habrán de coger fuerzas, puesto que cara jornada será maratoniana.
El espacio habilitado especialmente para autocaravanas se sitúa en las inmediaciones de la playa de Area, cerca del Beachcamp y del Glamping, y desde allí los festivaleros podrán hacer uso del servicio de buses que les llevará directamente al festival para, entre otros muchos, disfrutar el miércoles de Municipal Waste; el jueves de Gojira (único concierto en España 2019), Slayer (único concierto final en España) y Parkway Drive (único concierto en la Península 2019-2020); el viernes de los esperadísimos Slipknot, Arch Enemy o Cradle of Filth; y el sábado de grupos de la talla de Testament, Lamb of God (único concierto en España 2019), Within Temptation (único concierto en España 2019) y King Diamond.
Además, Viveiro dispone de un camping con espacio para el estacionamiento de autocaravanas y de un área específica en las inmediaciones del mismo; y, en playas próximas, como la de Esteiro (en Xove) o las de Arealonga y Areagrande (en O Vicedo), es habitual ver también a autocaravanistas, por lo que quienes deseen completar su viaje con un recorrido por la zona, disfrutarán en A Mariña Occidental múltiples propuestas de ocio. Por lo tanto, acudir al Resurrection Fest en autocaravana (ya sea propia o alquilada) es, sin duda, una opción a tener en cuenta, dado que, además de disfrutar de la confortabilidad de la misma, los "resus" podrán prolongar su viaje e improvisar todo tipo de planes alternativos que completen una semana inolvidable.